En los próximos cinco años, las enfermedades mentales serán los principales problemas de salud que sufrirá la sociedad en todo el mundo. La asistencia psicológica a los pacientes y el apoyo a sus familias será fundamental para sobrellevar este tipo de patologías.
Según datos estadísticos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) una de cada cuatro personas, el 25% de la población, sufre o sufrirá una enfermedad mental a lo largo de su vida, por lo tanto hay 700 millones de personas en todo el mundo que se ven afectadas por alguna de las enfermedades mentales, neurológicas o conductuales que influyen negativamente en su día a día en todos los aspectos sociales, socio laborales, familiares y personales.
Como hemos señalado antes, una de cada cuatro personas padecerá una enfermedad mental a lo largo de su vida, siendo en la actualidad la causa del 40% de las patologías crónicas y del 30% de la discapacidad que se produce en nuestro país, datos que sin duda evidencian el enorme impacto que tienen las enfermedades mentales tanto desde un punto de vista asistencial como desde un punto de vista humano.
También se prevé que las enfermedades mentales vayan en aumento representando el 12,5% de todas las patologías, siendo superior al del cáncer y a las patologías vasculares, siendo las enfermedades más invalidantes.
Los problemas de salud mental han aumentado a escala global: psicosis, demencias, angustia, depresión, suicidios e intentos de suicidio, así como trastornos asociados a la violencia y a la pobreza.
Un aspecto a destacar sobre las estadísticas que reflejan el porcentaje de enfermedad mental en niños, es que ya el 20% de los infantes de todo el mundo padecen alguna de estas enfermedades y que el debut de la enfermedad ronda los 14 años de edad. Si a estas estadísticas le sumamos que el consumo de drogas legales e ilegales tiene su comienzo en esa edad, podemos hacernos una idea de lo que se nos viene encima.
En los países más avanzados, los que han logrado un mayor desarrollo económico y social, se observan índices cada vez más elevados de trastornos psicopatológicos.
A ello hay que sumar los trastornos asociados a la imagen corporal y a las dietas, al uso compulsivo de los ordenadores, de los teléfonos móviles y los principales trastornos propios de las migraciones como son los conflictos bélicos, refugiados y apátridas, los cuales se producen en el contexto de la sociedad globalizada.
Adicción virtual, como trastorno que afecta a la sociedad contemporánea hace referencia a la dependencia de las diversas redes sociales, fenómeno que no deja de crecer.
Así como el trastorno de identidad disociativo, fruto de la dificultad de distinguir entre la vida real y la virtual y pérdida de identidad.
Asociado a todo esto, se observa una mayor orientación hacia la ‘autosatisfacción’, lo que comporta una serie y variedad de actividades, como comprar indumentaria nueva, probar alimentos nuevos aunque dañinos para la salud, entre otras, lo que está generando una pérdida del autocontrol y el desarrollo de nuevas adicciones y dependencias, que sin duda pueden aumentar con los años.
“No hay medicina, que no cure lo cura la felicidad”
Gabriel García Márquez
Francisco García Cerrato
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