A penas han pasado 20 años desde que las primeras empresas comenzaron a usar Internet. La digitalización está transformando la sociedad generando nuevos retos y oportunidades de negocio.
Y aunque parezca mentira estamos tan sólo en el principio del camino. La transformación digital no es un tema tecnológico sino una cuestión estrategia y cultura organizativa.
No existen mundos separados, el mundo analógico y el mundo digital. Ambos se entretejen y se cruzan, se superponen y mezclan hasta conformar una sola realidad. El auténtico desafío digital exige a las organizaciones el desarrollo de una nueva cultura corporativa soportada sobre una nueva forma de hacer, una nueva forma de pensar, sobre un conjunto de nuevas competencias digitales reales y eficientes. El mundo ha cambiado y la adaptación al nuevo contexto va a marcar el futuro de las personas y las organizaciones.
La transformación digital es una responsabilidad compartida, pero es sobre todo responsabilidad de los equipos Directivos adquirir un fuerte compromiso a la hora de impulsar el desarrollo interno de la cultura digital y de estas competencias necesarias que para que la transformación sea una realidad.
El problema de la alfabetización digital
Según el Ministerio de Educación y Cultura, la competencia digital (CD) es aquella que implica el uso creativo, crítico y seguro de las tecnologías de la información y la comunicación para alcanzar los objetivos relacionados con el trabajo, la empleabilidad, el aprendizaje, el uso del tiempo libre, la inclusión y participación en la sociedad.
Requiere de conocimientos relacionados con el lenguaje específico básico: textual, numérico, icónico, visual, gráfico y sonoro, así como sus pautas de decodificación y transferencia. Esto conlleva el conocimiento de las principales aplicaciones informáticas. Supone también el acceso a las fuentes y el procesamiento de la información; y el conocimiento de los derechos y las libertades que asisten a las personas en el mundo digital.
La persona ha de ser capaz de hacer un uso habitual de los recursos tecnológicos disponibles con el fin de resolver los problemas reales de un modo eficiente, así como evaluar y seleccionar nuevas fuentes de información e innovaciones tecnológicas, a medida que van apareciendo, en función de su utilidad para acometer tareas u objetivos específicos
Lo global se ha convertido en habitual y cercano. Ya nadie cuestiona un mundo global, ese mundo está aquí. Todo está conectado superando la realidad a la ficción. Con el desarrollo de la tecnología y las comunicaciones todo se ha hecho más accesible.
El mundo digital abre una brecha entre la realidad de hace unos años y la realidad actual. Un auténtico mundo de oportunidades, El mundo digital ha acercado lo distante, mezclado lo diverso y hecho visible la globalización.
Competencias digitales y supervivencia
Cualquier persona en cualquier parte del mundo, actuando desde un entorno local es visible al mundo, 24 horas, 365 días. Es un auténtica revolución en la forma de entender el mundo, las relaciones personales, sociales, económicas y como no puede ser de otra forma, las profesionales.
Lo que es una gran oportunidad, es quizá, el mayor escollo para una población con un grado de digitalización, en muchos casos próximo al analfabetismo de hace años. Sin una adaptación a este entorno, el grado de manejo de la realidad global, digital y real empieza a ser un escollo en el desarrollo profesional.
Cualquier persona ofrecer un servicio o un producto desde cualquier parte del mundo. El nuevo espacio de trabajo es un lugar global y conectado que necesita profesionales que dominen un conjunto de nuevas competencias caracterizadas por su carácter digital como el aprendizaje continuo, las competencias colaborativas, la comunicación digital, el liderazgo distribuido y la gestión de redes y comunidades.
Se requiere una reflexión profunda sobre cuál es nuestro foco para entender esta nueva realidad, y esto se observa en cómo las grandes compañías del mundo entienden esta nueva realidad (http://www-05.ibm.com/employment/uk-en/graduates.html?=startyourjourney).
Se hace imprescindible desarrollar competencias que forman parte de los nuevos esquemas de trabajo y colaboración entre profesionales y empresas. Digitalización y globalidad hacen también referencia a un nuevo cambio en los valores y cultura; en una nueva forma de entenderse y hacerse entender.
Es muy complejo entender esta nueva revolución hacia donde nos lleva, pero entiendo que es clave desarrollar cuatro competencias clave o aspectos que toman un peso fundamental en la adaptación de nuestras organizaciones o profesionales a esta nueva forma de hacer, a saber:
- Competencias digitales:instrumentar el aprendizaje de las herramientas que hacen posible una relación laboral o de colaboración. Sin el conocimiento específico de herramientas habituales el proceso de comunicación se rompe. ¿Qué necesitamos para comunicarnos? Conocer y dominar herramientas tan básicas como el email y todas las utilidades que rodean a un sistema de correo electrónico, gestión de agendas, saber convocar reuniones, establecer una conferencia desde un PC o cualquier otro periférico, saber enviar o compartir documentos, etc. Ciertamente se requiere un esfuerzo importante por concretar qué conocimientos vinculados con las herramientas de productividad habitual hay que dominar.
- Comunicación digital:es fundamental dominar esta nueva forma de relación. No tienen los mismos códigos ni la misma naturaleza la forma de comunicarse y establecer relaciones efectivas. En un mundo global, se hace imprescindible tener un conocimiento claro, no solo de herramientas de comunicación, sino de códigos de comunicación culturales. Comunicarse con cualquier país de LATAM en sí mismo es diferente y no tiene nada que ver con la relación con Alemania, Suecia o EE.UU. Es fundamental tener presente que no es lo que dices, sino cómo lo dices.
- Idioma:la globalidad no deja de ser una realidad aplastante, el idioma, fundamentalmente la capacidad de comunicarse con un nivel conversacional alto es determinante. No se aleja de lo que nos pasa habitualmente, la diferencia es que las oportunidades y los mercados a los que accedemos son “infinitos” en relación a la forma de operar tradicional.
- Competencia colaborativa:la capacidad de establecer relaciones eficientes es algo más compleja cuando se trabaja a nivel global y con equipos multiculturales, con distintos horarios, distintas culturas y diferentes formas de entender una misma realidad. La capacidad colaborativa es determinante para conseguir objetivos. Es un auténtico aprendizaje de valor para cualquier persona que trabaje con equipos deslocalizados.
Estos cuatro aspectos, que de cada uno se puede hacer un desarrollo exhaustivo y profundo, cuestión que no pretendo, pienso que desde la experiencia son determinantes para transformar equipos de trabajo.
Obviamente, que un profesional tiene que tener y ser capaz de desarrollar con un nivel de excelencia máxima su profesión, pero no es menos cierto que el mundo digital puede amplificar esas capacidades o simplemente hacerte desaparecer del mercado.
La velocidad vinculada al desarrollo tecnológico del planeta, para lo bueno y para lo malo está transformando la forma de operar en cualquier ámbito. En estos momentos un equipo de cirujanos puede estar operando a miles de kilómetros gracias a la tecnología. Lo que hace años parecía ficción, se ha quedado en una mera anécdota.
“Me interesa el futuro porque es el sitio donde voy a pasar el resto de mi vida”
Woody Allen
Francisco García Cerrato
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