¿Qué aspectos positivos y negativos conllevan el uso de Internet y la tecnología? ¿Dónde está el límite? ¿Dónde está la parte positiva del uso Internet y la tecnología?
Obviamente los excesos no son buenos en nada. Las consecuencias derivadas de internet o la tecnología, al igual que de cualquier otra actividad que de forma compulsiva, intensiva y obsesiva se pueda realizar es la misma, tiene consecuencias psicológicas, sociales, profesionales y económicas.
Cualquier adicción a nivel psicológico genera una baja autoestima, habilidades sociales limitadas, una elevada ansiedad y tendencia a la depresión. Factores comunes a cualquier actividad que se “apodera” del autocontrol de la conducta. De forma particular, la adicción a la tecnología se detecta cuando existe un uso excesivo y descontrolado que afecta negativamente a la actividad habitual de una persona. Y cuando hablamos de tecnología hablamos de cualquier tecnología, smartphone, uso de internet, videojuegos o redes sociales.
El punto crítico, que nos tiene que hacer reflexionar ante cualquier supuesta conducta adictiva, es que cuando no podemos acceder o utilizar en este caso la tecnología aparecen situaciones de angustia, ansiedad, nerviosismo, desconcentración e incluso agresividad o procesos depresivos. Los adictos a la tecnología tienen como actividad prioritaria la utilización del objeto o el uso de compulsivo e intensivo de las aplicaciones pasando a segundo lugar lo cotidiano, como pueden ser los estudios, el trabajo las amistades y las relaciones familiares.
Existen procesos aislamiento de la familia pudiendo comportarse de forma problemática con los amigos o personas próximas. Tienden a “eliminar” la relaciones sociales por completo habida cuenta de que la actividad en donde están de forma inmersiva son individuales y ausentes de interacción social. Las personas con conductas adictivas focalizan tanto la atención en la tecnología, smartphone o videoconsolas, que aun estando en presencia de personas próximas como amigos o grupos de referencia se aíslan y continúan con su actividad de juego o actividad digital.
Llega un momento, en el que cuando la conducta es extrema, llega a mentir a su familia, a sus amigos, falta al trabajo o al centro educativo. Esto son momentos críticos sobre los que hay que reflexionar. Se convierte en un “esclavo de la tecnología·, sin libertad de decisión ni control sobre su persona. Una vez inmersos en una adicción grave, es aconsejable la ayuda de un especialista que aporte las estrategias necesarias para solucionarlo, puesto que el abuso de las tecnologías en cualquiera de sus formatos, al igual que cualquier adicción puede poner en riesgo su vida, su salud y su integridad. Las conductas adictivas hacen perder el sentido de la realidad.
La mejor solución es la prevención el informar a los usuarios de forma sistemática y permanente para hacer consciente a partir de qué momento determinadas conductas se convierten en problemáticas. Es clave la formación y la información sobre los problemas que puede generar el abuso de las nuevas tecnologías. Hasta aquí, podemos decir que esta es la parte negativa del uso de internet porque internet puede traer ventajas en la educación y en la formación de cualquier persona.
El uso intensivo y obsesivo de la tecnología de éstas está provocando que se activen nuevas zonas del cerebro en detrimento de otras en las que residen la memoria o la capacidad organizativa. El uso adecuado favorece el desarrollo de nuevas habilidades mentales. Se ha comprobado que, si se juega a los videojuegos diariamente entre 20 y 40 minutos al día, se mejora la atención visual y se es más eficiente cuando se tienen varias tareas e incluso presentaban niveles más altos de sociabilidad y un menor grado de hiperactividad o problemas emocionales y de amistad que otros grupos.
El uso de la tecnología de forma positiva, es un elemento y un medio didáctico y emocional muy útil, puesto que son un instrumento de aprendizaje en tanto son lúdicos y distintos respecto a otros formatos más tradicionales. Sirven como elemento de motivación, sobre todo si tienen dificultades de atención.
“Una vez aceptamos nuestros límites, vamos más allá de estos”
– Albert Einstein –
Francisco García Cerrato
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